Poesía sin Respeto

Un abrazo en alborada

Por el camino amé la alborada
con su cámbulo aún dormido;
bajo sábanas crespas color comino
canta la liebre de madrugada.

Vientos cálidos resoplan en vereda
anunciando la llegada de misiá Jimena
con su boticario, cantos y novenas
para una niña que en cama espera ligera.

¡Vaya sorpresa! El sol se posó en ella
y alargando sus rayos la abrazó completa
hasta alumbrar su máxima belleza.

Todo allí murmuró en silencio,
y en un abrir y cerrar de ojos
una estela blanca dejó su huella.

1 comentario en “Un abrazo en alborada”

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