Suspiros profundos, mente cansada,
se acelera el corazón, los ojos llueven,
en espiral los pensamientos se mueven
y el peso del mundo sobre la espalda.
No hay esperanza alguna de ayuda,
y ante esto lágrimas que se beben,
con la ilusión que de valor llenen
manos que ahora no quieren nada.
Vivir feliz, he ahí el enigma,
La cualidad que me es extraña
pero requiero urgente descifrarla.
Y antes de rendirme seré humana,
seguiré siendo fuerte y arrojada,
dejando ser la emoción que emana.