Poesía sin Respeto

Como un zapato

Con una mirada me flechaste,
tú solo viniste a encajar.
Sé que a veces te ignoro,
pocas veces te tengo en cuenta,
pero debo decirte que solo sé
que eres lo primero al pisar.

Vuelve a mirarme, no te hagas la rogada.
Desde que me viste te gusté.
Soy tranquilo, donde me pongas me quedo,
A tu sombra nunca piso,
como quieras me muevo,
te escucho en silencio,
guardo tus secretos.
Si gritas, no grito,
soy el tonto que todos desean.
Si me golpeas ignoro el rasguño,
Si me acaricias te respondo.
Aunque a tu cama no me lleves,
yo siempre te espero.
Soy el zapato que tú tiras
cuando estoy roto.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *