Entonces
eran árboles
o barcos
en cualquier caso muy altos
para treparlos sin el miedo a caer
Y tú me recogías entre tus manos Y yo dejaba de llorar.
Abajo
era tierra
o mar
raíces como piedras
o agua oscura contra el metal me aferraba a tu cuello
ya no estaba a la deriva.
¿Árboles? ¿Barcos?
¿Tierra? ¿Mar?
Palabras amarradas a tu dedo índice
cuando el tiempo, siempre, te traía de regreso.
Me decían “es papá”
Yo solo repetía
árbol, barco, mar, tierra.