Zócalos en los muros,
contando historias
que esconden travesuras.
Avenida de bicicletas,
risas de infancia junto a la represa.
Corredores verdes,
aves fugaces,
sancocho junto al río.
Se siente el abrazo de la abuela
camino a la iglesia,
con gente olor a arepa de mote.
Huele a familia calientica,
que el olvido no persive.
Sabe a tesoro inmesurable,
donde la sonrisa no se extingue