Dos
Yo no escribo cosas tristes, yo escribo la verdad que habita en mí.
Hay días más fáciles en los que la ternura me abraza y escribo palabras dulces que abrigan mi ser.
Hay otros días, en que la pesadez del mundo me convierte en una sombra y las palabras se vuelven cuchillos afilados.
Sea como sea, todas esas palabras están ahí, las escriben dos personas distintas, no hay verdad absoluta, no hay una sola versión de mí.
A veces sonrío a la vida, otras veces, quiero huir y no volver nunca más. Esa dualidad me recuerda que estoy viva, que tengo corazón.
No soy nada sin mi sombra, no soy nada sin mi luz.