Mientras hay luz, se baña.
Arrullos de cascada
besan sus pechos,
cantan en su espalda.
Fija, suspendida,
casi eterna,
inalcanzable.
Al parecer nada la espanta.
Hay flores y vida
en sus faldas de agua.
Mis cortos brazos,
mis pequeños dedos
no la alcanzan.
¿Quién es ella?
Abuela,
¿por qué nada la espanta?
¿Por qué nada,
solo los rayos de sol,
tejidos a besos y arrullos de cascada,
parecen tocarla?