Poesía sin Respeto

El gato y el ratón

La niñez lerda
sutil como el llanto,
grata y dulce
raspao con melao.

La hombría en el juego,
corre, corre, que te alcanzo.
Me miras y te miro,
detrás del poste,
debajo del carro.

El balón, raspones en las rodillas,
Los charcos, el café y el campo.
Las muñecas, la inocencia,
el primer beso indeseado.

Los amigos en la vereda.
Las guayabas, el pantano.

¿Volver a la finca?
No hay un dónde, no hay un cuándo.
¿Qué es de Tato barato narices de gato?
¿Fueron ellos, los de las armas?
¿Fueron ellas, las balas?
¿Fue la vida, acaso?

El reloj de matusalén
da las horas siempre bien,
en la finca, en la vereda,
no hubo quien se salvara del gato.

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