“Indudablemente el universo marcha como debiera”
DESIDERATA
Max Ehrmann.
Indudablemente el universo marcha como debiera si permitió que te conociera,
aquel día, con el sol radiante y sin una gota de lluvia
-solo Dios sabe cómo odio la lluvia-.
Dos palabras, nuestros mundos se cruzaron.
Una mirada, cuatro estrellas brillaron.
Escucharte, escucharnos.
Excitarte, excitarnos.
Extrañarte, extrañarnos.
Reírnos.
Amarnos.
Diez años, aún permanecemos juntos.
Indudablemente, el universo marcha como debiera.