Espejos
No paso de este cuerpo,
aunque huyan en bandada
los sueños,
las miradas,
las horas de dormir.
No paso de este cuerpo,
de sus curvas imperfectas,
de sus sombras sin arraigo,
de sus ganas de volar.
No paso de este cuerpo,
que no es piedra ni sirena,
que no ha vuelto a anclar en tierra.
No me hago cielo-mar.