Poesía sin Respeto

Gaby Montáñez

(Bogotá, 3 de noviembre, 2006) Ella es fuerte, soñadora, valiente y simultáneamente muy sensible. Ganadora del XXI Concurso de Poesía San Jorge de Plata 2015 (propia autoría). Apasionada por escribir poemas en la madrugada y perderse en las arrebatadoras historias de sus libros favoritos. Va de la mano con experiencias que le han dado memorias imperfectas. Se siente cómoda entre adultos y dichosa entre niños, un alma antigua en un cuerpo joven. En ocasiones se hace preguntas para sí misma que solo salen de su revuelto de emociones, se pregunta y si no encuentra la respuesta, vuelve y se pregunta. No es muy sociable, pero con las personas que se relaciona crea un vínculo muy fuerte, el más fuerte de todos es con su hermano. Posee ojos vivos y atentos, cuestionadores y calmados, trasmiten paz y al mismo tiempo un tornado. Trabaja cada día para mejorar la relación con ella misma. Y a pesar de todo sigue siendo una niña pequeña, una mente brillante con muchas historias para contar al mundo. “Muere siendo alguien con recuerdos, no con sueños rotos y frustrados.” –GMG (2022)

Pensar y sus efectos colaterales

Pienso,
no puedo dejar de pensar,
no puedo dejar de pensar en esas pesadillas
que me destruyen,
me consumen,
me torturan.

Pienso,
no puedo dejar de pensar en todas esas veces
en las que tuve al miedo mirándome,
susurrándome al oído,
lastimándome,
diciéndome que no volverás.

Pienso,
en todas esas veces que apreté el puño,
logrando clavar mis uñas en la palma de mi mano,
las veces que me pellizqué la muñeca
evitando sentir el dolor de esos pensamientos.

Pienso,
en todos esos momentos en los que perdí la voz
porque no podía hablar del pasado,
de ti,
no sin querer llorar.

Pienso,
en el reloj de la pared,
las manecillas marcando tu ida,
despidiéndote alegremente,
y tus maletas vacías.

Pienso.
Solo soy bueno en eso,
torturándome a mí misma.

-!¡Suficiente! !¡Cállate! Ya no puedo escucharte.

Pienso.
el pasado puede matar,
los recuerdos lo hacen.
El tiempo no lo cura todo,
Solo te hace sobre pensar.

En ti,
En tu voz,
En tus sonrisas,
Y en mi dolor.

Memorias imperfectas

“No hay nada más dañino que herida que no sana ni mejor recuerdo que cicatriz que ya no daña.” -GMG (2021)

En mi cuerpo yacen marcas de guerra, cada una con una historia por detrás.
Son imperfecciones que adornan mi cuerpo, son memorias que valen la pena llevar.

La más grande se encuentra en mi barriga, 25 por 25 es su longitud.
La más chica está al lado derecho de mi ombligo, traza poco camino,
unos 3 centímetros.

Marcas de guerra son las que tengo por toda mi piel,
el inicio de una guerra y también el fin de la batalla,

el dolor inigualable es el que no se acaba.

Marcas de guerra son las que me han definido a través de los años,
las que no muestro por miedo a que el dolor se escape a otro lado.

Estas son, las marcas de guerra. Un tipo de belleza que no pude comprender,
hasta que estas me marcaron y no se pudieron lavar de mi piel.