MI FRONTERA
Cuando mis pensamientos vuelan no pasan la frontera,
tal vez como palabras habladas por los labios
o escritas con mis manos
La frontera protege mi santuario lleno de maravillas,
impide que se rieguen dispersas u olvidadas.
No es capaz de cuidarme de virus ni bacterias,
yo tampoco la cuido de dolores ni daños
Dentro de mi frontera ocurre todo lo mío,
lo que pienso, aprendo, siento y amo,
lo que me mantiene erguido, irrigado, vigilante.
Me gustan las fronteras de todos los colores y texturas,
mucho más cuando están ocultas a intrusos.
Algo menos cuando se tornan vigilantes. Se yerguen
y se abaten para abrir las portadas del reino.
Cuando llegues a mi piel, a mi frontera,
depondré las defensas, bajaré el puente del castillo
y haremos una alianza de naciones.