Poesía sin Respeto

Alejandra Monterroza

Viva y en tránsito. Soñadora con los ojos abiertos, miedosa en exceso, pero casi siempre termino dando el paso. Vivo en Medellín y soy un pájaro que nunca se queda quieto. Me gusta unir palabras, compartir fragmentos de libros y poesía que leo. Amo lo simple, camino y me sostengo en la fe y como dice Cristina Peri Rossi, quiero que mi casa sea la escritura. Estoy detrás de: Felica Letras (@Felicaletras en Instagram), una marca de versos y palabras sueltas que caminan en la calle para ser leídos.

Herencia

En ellas cabe una vida entera, una selva y cuando las extiendo, 
puedo tocar y abrazar la inmensidad.

Torbellino de líneas que se cruzan, hilos invisibles, portadoras de aventuras. 
A veces inquietas, diligentes, perezosas, benditas, en tránsito.

Las miro, las admiro como una obra de arte en la mitad de un parque,
si las abro, estoy viva.
Si las vuelvo puño, estoy fuerte.
Si las entrelazo, tengo compañía.

Las veo bailar de cerca, tanto que pueden acariciarme. 
Las veo y con ellas doblo esquinas, vuelo, y es preciso decir 
que en ellas encuentro ternura, herencia y poder.

Que llegue la noche

Que llegue la noche
para empezar a bailar,
que llegue la certeza de saber
cuando debo dar el giro y encontrarme con tu cara
o con tu espalda y tus lunares mientras dormimos.

Que llegue la noche
para empezar a entrelazar los pies
y jugar con ellos como si estuviéramos en el patio de la infancia.

Que llegue la noche,
serena, con lluvia y me invente la excusa de jugar a que
acomodas las cobijas para al final encontrarnos debajo de ellas.

Que llegue la noche y yo intente abarcarte con mis brazos,
jugar a la adivina con tus manos y sentir que estoy siempre en casa.
Que llegue la madrugada y en silencio sin que
lo pidas, pueda darte uno, dos o tres besos tímidos en la espalda.